Biomecánica aplicada al ciclismo: Nociones Básicas

Hasta hace unos años, la mayoría de nosotros poco o nada habíamos oído hablar de biomecánica. Por suerte, la tendencia ha cambiado y esta ciencia relativamente nueva ha empezado a tener relevancia dentro del ciclismo. A continuación, os explicamos en qué consiste y cómo puede ayudarnos.

¿Qué es la biomecánica y para qué sirve en el ciclismo?

Se trata de una ciencia que nació a mediados del siglo XX y que estudia el movimiento del cuerpo humano en diferentes circunstancias. Su aplicación en el ciclismo tiene como objetivo encontrar la posición ideal sobre la bicicleta que nos permita sacar el máximo rendimiento sin olvidarnos de la comodidad o de la salud.

¿Qué beneficios tiene hacerse un estudio biomecánico?

Un buen estudio biomecánico nos permitirá mejorar nuestro rendimiento sobre la bicicleta gracias a que nuestros movimientos serán más eficientes. Y lo que es más importante, conseguirá reducir aquellas lesiones y dolores que surgen a raíz de la práctica continuada de ciclismo. A la larga, podremos practicar nuestro deporte favorito durante más años, algo que agradeceremos enormemente.

¿Cuándo debería hacerme un estudio biomecánico?

Hay dos momentos en los que resulta conveniente realizarse un estudio biomecánico: cuando vayamos a comprar una bicicleta o cuando tengamos alguna lesión o molestia persistente. En el primer caso nos ayudará a elegir la bicicleta que más nos conviene. Para los que tengáis la mala suerte de sufrir un dolor crónico, la biomecánica puede ser la solución a vuestros problemas.

Principales pasos de un estudio biomecánico

Primero debemos someternos a una exploración en camilla para que el profesional conozca nuestras características como la flexibilidad, extensión o equilibrio. A continuación, subiremos al rodillo y pedalearemos en nuestra bicicleta habitual. El profesional tendrá que prestar atención a los ángulos y a la extensión de las extremidades. Una vez hecho esto, rectificaremos las desviaciones existentes: colocaremos correctamente las calas, así como la altura del manillar y del sillín. A partir de ahí, perfeccionaremos aspectos como la extensión de los brazos, la angulación de los codos o la flexión cervical.

Puesta en práctica del estudio biomecánico

Una vez realizado el estudio biomecánico debemos tener claro que necesita un proceso de adaptación y que en las primeras salidas nos sentiremos incómodos. Por ello, un mes después de realizar el estudio biomecánico, es necesario reunirse con el profesional que lo realizó para intercambiar impresiones y pulir detalles.