Los neumáticos en la bicicleta de carretera. ¿Es mejor rodar con cubiertas o con tubulares?

Los neumáticos son un elemento muy importante en el ciclismo de carretera, porque nos mantienen unidos al asfalto con apenas 5 cm cuadrados.

A un neumático, independientemente que sea tubular o cubierta, nos gustaría pedirle que sea cómodo, ligero, que nos ofrezca un agarre excepcional en distintas condiciones metereológicas, que dure muchos kilómetros o que tenga muy poca resistencia a la rodadura para que pueda ir más rápido.

Pero en realidad, ya sabemos que muchas de estas características son incompatibles entre si. Si un neumático tiene mucho agarre tendrá un compuesto de caucho más blando y se desgastará antes, o un neumático muy ligero, con un mayor índice de TPI (mayor número de hilo respecto a caucho) tenderá a pinchar más fácilmente, y si llevamos un neumático más cómodo con menos presión, lo lógico es que tenga un mayor resistencia a la rodadura.

Por esto, es importante definir la utilización que le vamos a dar y podamos acertar entre la amplia variedad que ofrece el mercado.

Podemos pensar que como un amplio sector del ciclismo profesional utiliza el tubular, éste puede ser la solución óptima, pero como veremos a continuación todo tiene sus ventajas e inconvenientes. 

Tubular

Una de las ventajas tradicionales del tubular es el peso. Hoy en día los fabricantes de cubiertas han evolucionado muchísimo en este aspecto y la diferencia en niveles de calidad equivalentes puede llegar a ser de unos pocos gramos, entre 30 y 75, siempre considerando un nivel de neumático Premium. Sin embargo donde más se aprecia el diferencial de peso es en las llantas, donde unas llantas de carbono específicamente fabricadas para alojar un tubular pueden ser entre 350 y 400 gr. más ligeras que unas equivalentes para montar con cubierta.

Los tubulares además permiten unas presiones de hinchado superiores de hasta 12 BAR con respecto a los 8 BAR de una cubierta. Esto hace que la superficie de deformación que toca con el suelo sea menor y por ello también su resistencia a la rodadura.

En su contra tiene el precio, que son más caros, y sobretodo que su reparación en carretera ofrece una mayor dificultad. Hay que contar con un pegamento específico o una cinta de doble cara 3M especial, lo que se traduce en más tiempo y sobretodo, que muchas veces habrá que llegar a casa con mucho cuidado para no tener riesgo de destalonar. Esto en competición no suele ser un problema porque se cambia la rueda, o incluso la bici.

Además, los defensores de los tubulares, afirman que es mucho más difícil pinchar porque la garganta de la llanta no tiene forma de U como en las llantas para cubiertas, que es lo que suele producir la mayor parte de los pinchazos por llantazo. En caso de pinchar permiten andar unos metros adicionales con la rueda en este estado.

Cubierta

El uso de la cubierta está más extendido a nivel popular, sobretodo porque son más económicas y son mucho más sencillas de reparar en las salidas de entrenamiento o con la grupeta el fin de semana. La reparación en carretera es mucho más rápida y te permitirá volver a rodar con las mismas prestaciones que antes de pinchar.

La tecnología de las cubiertas hoy en día permite disfrutar de unas prestaciones excelentes con un buen equilibrio entre durabilidad y agarre, lo que las hace idóneas para entrenar, para salidas de fin de semana y ya en muchos casos, también para competir.

A favor de este neumático podemos decir también que se pierde menos aire que el tubular, sin necesidad de estar tan pendiente de la presión de hinchado cada día.